![hilo3.jpg](https://static.wixstatic.com/media/97e010_834e4266c67a4140a0135fc64e13104d~mv2.jpg/v1/fill/w_80,h_53,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,blur_2,enc_auto/hilo3.jpg)
![hilo1.jpg](https://static.wixstatic.com/media/97e010_1113d9af0f5e468283f357d05555f62f~mv2.jpg/v1/fill/w_218,h_491,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/hilo1.jpg)
![hilo2.jpg](https://static.wixstatic.com/media/97e010_024e5b77fa454a419c67dc4a84154ece~mv2.jpg/v1/fill/w_309,h_437,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/hilo2.jpg)
![tapasaraluna.jpg](https://static.wixstatic.com/media/97e010_5f674008117e4f2eabae652557e36b9a~mv2_d_1425_2238_s_2.jpg/v1/crop/x_0,y_8,w_1425,h_2222/fill/w_335,h_516,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/tapasaraluna.jpg)
Sara Luna
Tom Maver
ISBN: 978-987-783-558-8
Páginas: 64
Ilustración de tapa: Josefina Wolf
La poesía es cosa de mestizos. Y no todos, y no siempre, la escriben. Abrazado por el cuerpo de la madre tierra, a veces al mestizo le basta con jugar con palabras, con formas ajenas. Jugar a que se es otro, jugar a que se es libre. Pero se queda huérfano. Sara Luna es canción de huérfano.
Leopoldo Brizuela
En sus manos estaba el aroma de hoy
De espaldas a mí, se tomaba la cara con las manos.
Había ensuciado las alacenas, la mesada
y parte del piso, como si estuviera
cambiando de piel, preparándose
para una transformación delicada.
Ya casi no podía ver
y al cocinar, como en una prueba,
sellaba sus párpados con huevo batido.
Ella estaba unida a las cosas de este mundo
a través del misterio de cada una de ellas.
Eso la aliviaba del dolor de envejecer.
Del horno sacó una máscara
hecha de masa de hojaldre.
Se la puso y se dio vuelta hacia mí.
Un pulso vibra en mis manos
mientras amaso, me dijo.
Cortando un tomate, agregó:
Cada cosa, por pequeña que sea,
por más marchita que esté, tiene su temblor.
Luego me acarició como los ciegos tocan: para ver,
y sentí que podría adormecerme
oliendo los restos de tomillo y ajo,
presintiendo que estos instantes venían de antes,
de cuando yo no había nacido
y ella estaba en su cocina de campo
con un tazón frente a la ventana,
batiendo, preparando mi vida.